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La compra de un terreno o de un piso de propiedad es de especial trascendencia económica. Por lo cual, tanto los compradores como los vendedores tienen un gran interés en la formulación cuidadosa y en el desarrollo fiable del contrato. Por esta razón, la autorización de un notario del contrato de compraventa de terrenos es exigida por la ley.

Existen especialidades en la compra de una casa „llave en mano“. En este caso se trata de un contrato de compraventa llamado contrato de construcción (de promoción de obra nueva) que, además del contrato de transmisión de la propiedad, contiene regulaciones contractuales especiales en relación a la construcción de la casa.

Los terrenos y las viviendas en propiedad horizontal también pueden ser donados. Además, debido a razones fiscales del impuesto sobre sucesiones, los padres a menudo quieren que sus hijos reciban activos gratuitos estando ellos en vida a través de una sucesión anticipada. La configuarcion de dichos contratos de cesiones también forma parte del repertorio clásico del notario, que regularmente guía legalmente a varias generaciones de una familia.

En los contratos de compraventa, el comprador puede pagar el precio de compra la mayoría de las veces sólo con la ayuda de un crédito bancario. Para ello, cierra un acuerdo de préstamo por separado con el banco. Generalmente el banco le requiere una garantía real adicional en forma de deuda inmobiliaria o hipoteca abstracta. Esta operación también requiere la autorización notarial; el notario secunda en la constitución de una hipoteca.

La compra de un piso en propiedad horizontal es jurídicamente mucho más compleja que la compra de una casa. Ya que el propietario de la vivienda no puede acudir y actuar en su piso como lo haría el propietario de una casa. Los límites de la propiedad se definen en la llamada escritura de división horizontal, que determina qué espacios/dependencias se asignan a las viviendas individuales como propiedad especial de uso privativo. Finalmente, el llamado estatutos comunitarios regula la relación entre los propietarios y la relación entre ellos y la administración. La división en propiedades horizontales mediante la inscripción en el registro de la propiedad de la declaración de división y los estastutos de la comunidad redactados por el notario son, por lo tanto, de especial importancia.